Aprendizajes del laboratorio: El sesgo del presente fomenta el gasto

Intervenciones
Juego de bolos virtual
Tipo de experimento
Laboratorio
Comportamientos clave
Aplicar a un préstamo o crédito
Resultados
Manejar gastos
Áreas de enfoque
Investigación de laboratorio
Conceptos Clave
Sesgo presente

¿Qué pasó?

Confirmamos que, de acuerdo con nuestras observaciones casuales del día a día, somos malos en gastar de manera equilibrada, y este sesgo actual nos hace gastar demasiado pronto.

Lecciones aprendidas

Los resultados de este estudio nos ayudan a entender por qué tenemos una tendencia tan fuerte a gastar ahora, en lugar de en el futuro. Además, el juego ofrece una plataforma en la que poner a prueba hipótesis sobre cómo superar el sesgo actual.

Contexto

Además de asociarnos con cooperativas de crédito, empresas fin-tech y organizaciones sin ánimo de lucro, también nos esforzamos por ser líderes de opinión en este espacio realizando estudios en el laboratorio. A continuación, detallamos un estudio teórico que realizamos y que ayuda a explicar por qué tendemos a gastar en el presente, sin tener en cuenta el futuro.

Estudio sobre el sesgo del presente y el comportamiento de gasto

En general, las personas tenemos diffcultad para gastar el dinero de forma equilibrada. Gastamos demasiado dinero a principios de mes, después de cobrar la nómina, y acabamos con muy poco a final de mes. También gastamos demasiado dinero mientras somos jóvenes, de modo que nos queda muy poco para nuestra vejez. ¿Qué nos lleva a gastar nuestro dinero demasiado pronto y qué podemos hacer al respecto? Hemos realizado un experimento que examina estas cuestiones.

Experimento

Realizamos un experimento en la Feria Estatal de Carolina del Norte. La Feria es un buen lugar para buscar el gasto irracional. Los participantes jugaron a un juego de bolos muy sencillo. Este juego tenía los ingredientes esenciales para observar el comportamiento de gasto: un presupuesto, la utilidad marginal decreciente del gasto y la tentación de gastar demasiado pronto.

Cada participante recibió 15 bolas para 10 rondas de bolos, y eran libres de elegir cuántas bolas querían lanzar en cada ronda. Las 15 bolas eran el "presupuesto" del participante, lanzar las bolas era como "gastar" el presupuesto, y las 10 rondas suponían una tentación de gastar demasiado pronto. En cada una de las 10 rondas, se alineaban 10 bolos nuevos.

En cada momento del juego, el participante podía elegir entre lanzar una bola a los bolos (restantes) o pasar a la siguiente ronda y conseguir 10 bolos nuevos. Por cada boliche derribado, el participante tenía la oportunidad de ganar 25 céntimos. Al lanzar una bola, no había ninguna habilidad implicada: Una bola simplemente derribaba un número aleatorio de los bolos restantes.

La estrategia tentadora, pero mala, es seguir lanzando bolas en una ronda hasta derribar el último bolo. Una estrategia ideal es lanzar sólo una o dos bolas del total en cada ronda, y luego pasar a la siguiente y empezar con un nuevo conjunto de 10 bolos para derribar. Es mucho mejor "guardar" esas bolas para más tarde, cuando haya más bolos que pueda golpear por bola.

La peor situación que se puede encontrar es no tener bolas para lanzar en un campo de juego lleno de bolos. Así que los jugadores racionales repartirán sus lanzamientos a lo largo de las diffferentes rondas. Esta característica del juego también es cierta en la realidad: Dado que cada dólar extra gastado al principio aporta cada vez menos felicidad, deberíamos espaciar más nuestros gastos a lo largo del tiempo, para tener más que gastar más adelante en el mes, cuando necesitemos más esos mismos dólares.

El problema es que la gente tiende a mirar el mundo a través de un sesgo de presente, en el que pensamos mucho más en el presente que en el futuro. En nuestro juego, el sesgo del presente significa que los participantes se ven tentados a seguir lanzando bolas en la ronda en la que se encuentran, en lugar de esperar a un momento más oportuno en el futuro.

Nuestro objetivo era cuantificar la intensidad de este sesgo, por lo que puntuamos a los participantes según esta tendencia, con una puntuación que iba de 1 si utilizaban todas sus bolas en la primera ronda (1 = totalmente sesgados hacia el presente) a 0 si repartían los lanzamientos de forma perfectamente uniforme (0 = sin sesgo hacia el presente), y a -1 si lanzaban todas sus bolas en la última ronda (-1 = totalmente sesgados hacia el futuro).

Resultados

La mayoría de los participantes mostraron sesgo de presente, y este sesgo de presente hizo que la gente perdiera dinero.

Los participantes que tenían poco sesgo de presente lo hicieron bien y acertaron 65 bolos de media. Pero si se observa a todos los participantes, sólo acertaron una media de 59 bolos, casi un 10% menos. En dólares, esto significaba que la gente renunciaba a 1,50 dólares en sólo unos minutos.

En línea con nuestras observaciones casuales del día a día, somos malos gastando de forma equilibrada, y este sesgo de presente nos hace gastar demasiado pronto. La gente no consigue equilibrar el gasto ni siquiera en un juego sencillo que dura sólo unos minutos.

Los resultados de este estudio nos ayudan a comprender por qué tenemos una propensión tan fuerte a gastar ahora, en lugar de en el futuro. Además, el juego proporciona una plataforma en la que probar hipótesis sobre cómo superar el sesgo del presente.