Funcionó. Agregar un elemento de video que mostraba a una persona creciendo aumentó significativamente la percepción del paso del tiempo. Sin embargo, no hubo diferencias entre las condiciones del video, que tenían distintas velocidades de video.
No está claro. Si bien las intervenciones tuvieron muy poco impacto, la intensidad llevó a los participantes a asignar significativamente más dinero a los ahorros para la universidad en una tarea de elaboración de presupuestos. En general, estos hallazgos exigen más estudios para investigar cómo hacer que el futuro se sienta más concreto e inmediato.
No funcionó. Ninguna de las condiciones produjo un aumento significativo en la percepción del movimiento del tiempo y no hubo diferencias entre las condiciones de visualización.
Mostrar un video con lapso de tiempo de una persona creciendo puede aumentar la percepción del movimiento del tiempo y podría generar una sensación de que asistir a la universidad está más cerca del presente.
Pedir a la gente que piense con claridad en su hijo en el futuro puede tener un impacto en los ahorros para la universidad, aunque este resultado aún no está claro. Se necesitan más pruebas para investigar formas de influir en la sensación de inmediatez y concreción del futuro.
Estos resultados sugieren que la visualización mental puede no ser una intervención impactante para afectar la percepción del movimiento del tiempo.
En asociación con colaboradores académicos de Harvard y UCLA, llevamos a cabo una serie de estudios de laboratorio para aumentar la disposición al ahorro. Las lecciones extraídas de estos estudios han repercutido directamente en el diseño de los experimentos sobre el terreno del ahorro universitario tanto con Promise Indiana como con St.
Experimento 1
Una de las principales barreras que impiden a los padres ahorrar es la sensación de que la universidad está lejos. Así que intentamos desarrollar mecanismos para animar a la gente a percibir la universidad como algo más cercano en el tiempo.
Para probar esta idea, utilizamos un vídeo de progresión temporal que mostraba a una persona creciendo desde la primera infancia hasta el instituto. Comparamos este vídeo con una condición en la que a la gente no se le mostraba ningún vídeo, y también con dos condiciones que aceleraban o ralentizaban el vídeo. Puede ver el vídeo aquí.
Experimento 2
A continuación, investigamos si la visualización mental influiría en las percepciones de las personas sobre lo rápido que pasaba el tiempo. Probamos cuatro condiciones de visualización y pedimos a la gente que se centrara en el pasado, el presente o el futuro.
Experimento 3
A continuación, investigamos si pedir a la gente que escribiera una carta a su hijo en el futuro afectaría a su disposición a ahorrar. Pusimos a prueba diferentes condiciones de la carta, como dársela a su hijo dentro de un mes o en la graduación, y pedir a la gente que incluyera descripciones vívidas del futuro o que estableciera planes para ayudar a su hijo a ir a la universidad.
Resultados 1
Todas las condiciones de vídeo condujeron a un aumento significativo de la percepción del tiempo en movimiento. Del mismo modo, todas las condiciones llevaron a las personas a informar de que pensaban que la universidad estaba más cerca que en la condición sin vídeo. A partir de estos resultados, podemos concluir que mostrar a la gente un time-lapse de un niño creciendo aumentó la velocidad a la que la gente veía que el tiempo se movía. Sin embargo, no observamos diferencias significativas entre las condiciones de vídeo. Esto sugiere que acelerar o ralentizar el vídeo no afectó a las percepciones del movimiento del tiempo.
Resultados 2
En relación con el control, ninguna de las condiciones de visualización produjo un aumento significativo de la percepción del movimiento del tiempo. Mirar hacia el pasado hizo que la gente pensara que la universidad estaba más lejos, en relación con el control. No hubo diferencias entre las condiciones de visualización, lo que sugiere que, en general, la visualización mental no funcionó.
Resultados 3
En general, estas intervenciones tuvieron muy poco impacto. Sin embargo, sí vimos que, en relación con la visualización por sí sola, pedir a la gente que pensara vívidamente en su hijo en el futuro -y que luego pensara en formas de ayudar a su hijo- llevó a los participantes a asignar significativamente más dinero al ahorro para la universidad en una tarea de presupuestación. Todo esto sugiere que aún nos queda mucho por aprender sobre cómo hacer que el futuro parezca más concreto e inmediato.